Cuando un vehículo se ve afectado por una tormenta de granizo presenta unos daños perfectamente identificables que, dependiendo de la intensidad de la granizada, pueden repercutir en gran número de piezas exteriores y, a veces, también interiores. Por ejemplo:
- Piezas metálicas: abolladuras de diferente intensidad
- Lunas laminadas: impactos, entalladuras o incluso agujeros
- Lunas templadas: agujeros y roturas totales
- Faros y pilotos: roturas
- Molduras y embellecedores: abolladuras y roturas
- Piezas de plástico: roturas y agujeros